¿Existen los defectos?

por | May 3, 2023 | AA - AMIGOS ANONIMOS

Visité el museo de la Memoria y Tolerancia ubicado en la Ciudad de México. Había una exposición muy impactante sobre los genocidios: el Holocausto, Genocidio de Ruanda, Armenia, Camboya… Así como otras exposiciones sobre la tolerancia hacia las diferencias: homosexuales, mujeres, ancianos, entre otros. La visita a este museo estuvo muy conmovedora.

Algo muy curioso es que para sancionar el delito de genocidio no es relevante el número de personas que pierden la vida, sino la intención del perpetrador de extinguir total o parcialmente a un grupo humano de carácter nacional, étnico, racial o religioso.

El acto de genocidio más conocido fue el holocausto -quizá por coincidir con la Segunda Guerra Mundial o porque el término “genocidio” fue acuñado a partir de esta masacre- a pesar de que en tiempos anteriores han ocurrido actos similares. Lamentablemente, esta práctica se ha mantenido hasta nuestros días.

En la sociedad alemana de los años 30 pudo calar rápidamente esta teoría de Hitler sobre la raza Aria: una raza superior al resto, por sus características físicas. Cuando colocas una característica como “superior” es fácil identificar a otras que difieren de ella como “inferiores” y, por consiguiente, defectuosas. 

Los nazis medían el diámetro del cráneo, extremidades, nariz… de los judíos, para sustentar su teoría de supremacía. Sin embargo, esta práctica no comenzó en la Alemania Nazi.

10 años antes, los ruandeses fueron objeto de estos actos por parte de los Belgas. Para hacerse del poder, los colonizadores belgas se dieron la tarea de dividir a la población, que antes no discriminaban sus diferencias, para lograr gobernar a través de la minoría Tutsi.

Para determinar estas divisiones se sometió a la población ruandesa a mediciones raciales (similares a las de los Nazis). Bajo esta división se definió que los tutsis eran una raza superior y más apta para gobernar, llegando a decir que eran “europeos bajo piel negra”.

Es así como los colonizadores lograron que las diferencias sociales se tornaran en discriminaciones raciales, sembrando el odio entre ambos grupos, lo que provocó la matanza del 70% de la población Tutsi por parte de sus propios connacionales hutus. En este caso, el genocidio no fue de una población distinta, fue perpetrado por los mismos ciudadanos debido a la inoculación de la idea de inferioridad racial por parte de los ocupantes belgas.

Estos dos escenarios manifiestan una discriminación a partir de la identificación de defectos en una determinada población. La pregunta es: ¿en verdad existían estos defectos? ¿Los judíos, homosexuales, gitanos, inválidos, ancianos… la población hutus de Ruanda, eran defectuosos?

Defecto proviene del latín defectus que significa «falta». Falla en la forma, o constitución de algo, ausencia de algo. Carencia de las cualidades propias de una persona, cosa o situación. defecto | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE – ASALE

Esta definición parece ser muy acertada, lógica y verosímil. Pero queda algo vacío: ¿Quién determina esa falla?¿Quién determina la forma o constitución de algo? ¿Quién determina las cualidades propias de una persona, cosa o situación? ¿Los Nazis? ¿Los Belgas? ¿Nosotros?

Sea quien fuere, parece que el defecto no se corresponde con la realidad, sino que responde a una IDEA plantada, creída e integrada en nuestro sistema como un proceso natural.

IDEA

El cimiento sobre el cual se estructuran los defectos es una IDEA. Una idea instaurada y aceptada como verdad, reproducida para controlar un sistema que necesita mantener una forma establecida y programada.

Una idea que los Nazis aceptaron como propia y ejecutaron sin miramientos. Una idea que los ruandeses aceptaron como verdad y actuaron en función de ella. Una idea que nos creemos al vernos al espejo y tratamos de esconderla.

Una idea es una representación mental de algo, a través de una serie de elementos personales, sociales, culturales, nacionales, familiares… que la configuran. Esta manifestación no es necesariamente buena ni mala, es solo eso, una idea. Tampoco quiere decir que se ajuste a la realidad, que sea verdad o consciente. 

De lo que sí puede gozar una idea es de verosimilitud, lógica y practicidad. En el mundo de las formas, estos son requerimientos suficientes para aceptar una idea como válida. 

EL ORIGEN

Inception es una película que nos ilustra magistralmente el origen de las ideas.

Se trata de un grupo de profesionales que han desarrollado una técnica para extraer información de la mente de ciertas personas. A través de un sueño compartido, por medio de una ingeniería avanzada, logran ingresar al subconsciente del individuo y extraen la información. Son contratados para, en lugar de extraer una información, inocular o generar una idea en el subconsciente de otra persona. Esto requería un trabajo más arduo que el de extracción puesto que era necesario que la persona creyera fielmente que esa idea era suya, y para lograrlo, era necesario llegar a los niveles más profundo del inconsciente, valiéndose de un sedante que mantenía dormida a la persona el tiempo necesario para llegar a ese nivel de inconsciencia. 

Inception es ciencia ficción. Pero no se aleja de la realidad. 

Esta idea de «defectos» está eficazmente integrada en nuestro modelo mental, como si siempre hubiera estado ahí. Y ahora podrás pensar que muchas de las cosas que tenemos automáticamente “sabidas”, pueden ser también ideas y ya, que no son la realidad o no tienen por qué ser verdad. ¡Exacto!

Los defectos mantienen este mismo patrón inconsciente.

Retomando la visita al museo, pude verificar como los nazis y los belgas se inventaron un defecto e implantaron esta idea en los ciudadanos, quienes la asumieron como una verdad incuestionable, y sus acciones desataron estas masacres.

Estos “defectos” que se inventaron Hitler y los dirigentes belgas, para segregar y masacrar a una comunidad, colocando características por encima de otras, fueron solo IDEAS. Ideas que correspondían a una lógica basada en las diferencias, y que fueron introducidas en el inconsciente colectivo de la sociedad de la época. 

Hitler y los dirigentes belgas no pudieron haber hecho esto solos, por lo que era necesario llegar al inconsciente de todos los involucrados (militares, políticos, médicos, conductores de trenes, maestros…) que fueron entes activos en la “eliminación del defecto”. Para poder llegar al nivel de inconsciencia de las personas, estas debían estar como en la película Inception: dormidas profundamente, tan dormidas e inconscientes que no cuestionaran estas ideas y las aceptaran como propias, autogeneradas, automáticamente integradas en sus sistemas mentales.

La inconsciencia absoluta es necesaria para implementar una idea que para la mente puede gozar de lógica, practicidad y verosimilitud, pero que una vez hecha consciente no tiene el más mínimo sentido.

No quiero decir que todos somos unos nazis y vamos por la vida juzgando a los demás con una métrica moral que creemos propia… Un momento, en realidad sí quiero decir eso, pero no de forma peyorativa, sino meramente descriptiva.

Vamos por la vida dormidos, inconscientes, determinando a las personas, cosas, situaciones y a nosotros mismo, bajo una óptica prefabricada; juzgando, condenando, segregando, cubriendo o eliminando lo que no encaje dentro de ella. Nos vemos en el espejo y en lugar de vernos por quienes somos, buscamos «los defectos» para taparlos, maquillarlos o vivir frustrados.

¿Por qué creo que son defectos? porque tengo la idea de que todo aquello que no se ajusta a la forma establecida por un sistema al cual nos adherimos sin mayor cuestionamiento, es una falla o una carencia.

Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad

Joseph Goebbels

CUALIDADES EN POTENCIA

Aquí hay otra idea sobre los defectos, que no tengo que creerla ni aceptarla, pero si puedo verificarla: Los defectos no son más que cualidades en potencia.

Esta idea viene a raíz de una conferencia sobre el ego y el ser donde explicaban que no había necesidad de juzgar o condenar al ego o a las actitudes egoicas porque estas solo son un déficit de una cualidad en potencia.

La ira viene siendo serenidad en potencia. Por consiguiente, una persona iracunda solo tiene un déficit de serenidad que está por desarrollar.

El miedo es coraje en potencia. Una persona miedosa solo tiene un déficit de valentía pendiente por desarrollar.

El apego es aceptación en potencia. Una persona apegada emocionalmente tiene un déficit de aceptación por desarrollar.

El sufrimiento es felicidad en potencia. Una persona que sufre tiene un déficit de felicidad por desarrollar.

Acá solo transmutamos la percepción de la idea de carencia a potencia -pero sigue siendo una idea-. Lo rescatable es que esta deconstrucción del significado para darle otro más amable, permite desarrollar cualidades del ser que han estado suplantadas por el alter ego inconsciente.

Sin embargo, esta definición no cubre el tema de las diferencias que traté al inicio del artículo. El hecho de que los defectos sean cualidades en potencia, significa que efectivamente tengo una cualidad pero que todavía falta desarrollarla, por lo tanto tiene una carencia, una falta.

El problema con esto es que las diferencias no son cualidades en potencia. No son un déficit. Las diferencias son solo eso: diferencias. Son cualidades ya desarrolladas, que pueden ser expresadas libremente.

Entonces, ¿Cómo identifico una cualidad en potencia y una diferencia?

Si las consecuencias de tu expresión comprenden perjuicios para ti y para tu entorno, entonces esa actitud es el déficit de una cualidad en potencia (como en el caso de la ira, sufrimiento, genocidios).

Si las consecuencias de tu expresión no te perjudican ni a ti ni a tu entorno, la actitud solo es una diferencia, es correspondiente con la vida (como en el caso de los judíos, tutsi, homosexuales, inválidos, negros, indios, etc.).

Puedo verificar todas estas ideas y seguirlas modificando tanto como sea necesario para integrarlas en la vida de manera armónica. Si logro integrar una idea en mi sistema mental que no perjudique a nada ni a nadie y, por consecuencia, permite el desarrollo del ser como un todo, puedo aceptar la idea como correspondiente a la vida, a la realidad.

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