He venido revisando mis artículos anteriores y editando ciertas cosillas. En uno que otro, no solo he editado algunas palabras, sino todo el contexto, el título, y la historia que estoy contando. Cada vez que hago una edición, me gusta más que la anterior, y el sentimiento de satisfacción es bellísimo. La verdad es que no me esfuerzo es crear eso, y voy creando cada vez que entro al artículo, leo y cambio. Cambio y cambio, y todo se va acomodando y calzando mejor.
Escribir y dejarse llevar en el teclado, dejar que fluyan las palabras, y que las ideas se adapten a estas que surgieron desde un nivel más elevado que la mente. Escribir y editar constantemente, sin forzar un milimetro de texto. Por eso dejo este hasta aquí, porque estas fueron las palabras que salieron. Un abrazo.
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